Una vez el espectáculo se completa, el personal de seguridad del barco nos instruye en las acciones de emergencia que, por regulación marítima, deben ser dadas a todos los pasajeros. Así que nuestro primer simulacro de evacuación de emergencia tiene lugar solo unas pocas horas luego de estar en el barco, antes de entrar en mar abierto, mientras el barco avanza por el Canal Beagle con Argentina a nuestra derecha y Chile a nuestra izquierda, lo cual es una experiencia nueva y bastante fria para muchos.
Desde ya, la isolación en que nos envuelve el paisaje es inspiradora. Un paisaje de montañas y parajes silvestres, aun no perturbados por la acción del hombre. Esta visión, de hecho, refuerza la necesidad de nuestra misión en esta expedición. Muchos de nosotros, ya empezamos a prepararnos para la inminente amenaza del mareo, consumiento y recomendando galletas de soda y pan, que son nuestros aliados para la tarea de evitar lo inevitable. Esta camaradería, parece ser el cimiento de una relación que se ha estado formando entre todos en los últimos días. El trabajo en el equipo va a ser crucial para asegurar que todo el equipo estará en adecuadas condiciones una vez lleguemos a Bellingshausen, después de atravezar el Paso Drake.
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