El quinto día al bordo del Clipper nos trae una ráfaga de actividades. Nos organizamos en equipos de acuerdo a nuestro perfíl profesional y se nos pide afrontar la razón por la cual estamos aquí: el Medio Ambiente, la Antártida y el Tratado.
Dentro de los equipos, compuestos por líderes empresariales, profesores y jóvenes de todo el mundo, todos compartimos una sensación de esperanza y responsabilidad a pesar de estar enfrentando lo que parece una tarea inútil. Incluso a la luz de la magnitud de nuestro objetivo -que es llevar el mensaje a nuestros países y nuestros gobiernos y asegurarnos de que el Tratado de la Antártida prevalecerá sin modificaciones ni enmiendas cuando llegue el momento de su revisión en el año 2041- el ver claramente cómo nuestros saberes y habilidades se combinan para generar soluciones, es una visión que nos reafirma lo que somos capaces de lograr, incluso a aquellos que aún están en duda.
Después de una comida repleta de calorías, estamos listos para saltar a los zodiacs y llegar a tierra a Puerto Mikkelson, un lugar donde había una enorme manada de pigüinos gentoo y desde allí ubicamos nuestro ingenioso enlace de comunicación satelital alimentado por paneles solares. Al llegar, vemos la primera construcción humana desde que partimos de Ushuaia. Es una visión ruidosa, un dilapidado refugio argentino que nos recuerda duramente que no somos ni los primeros ni los últimos en estar aquí dejando la hauella de nuestro paso y nos hace pensar en el tiempo se mantendrán en pie estos restos de un refugio, mientras se descomponen a un ritmo 300 veces menor que en climas más cálidos. Algo que tarde un año de degradarse en Inglaterra, por ejemplo, tarda 3 décadas en descomponerse en la Antártica.
Por otro lado, el día mejora mientras pasábamos a toda velocidad entre icebergs y pequeños pedazos de hielo, con la impresión de estar en una inmenso plato de cereales!
En este recorrido náutico a través de Cierva Cove (Ensenada Cierva), obtuvimos unas tomas grandiosas de cumbres imponentes con glaciares tan altos como para hacer parecer pequeña cualquier edificación. Y de vez en cuando nos deteníamos para ver el momento justo en el que un iceberg rotaba por sí solo cuando su centro de gravedad cambiaba de posición a causa del derretimiento. Tanto el sonido como la imagen eran impresionantes!
Durante esta excursión de la tarde, vi unos de los sucesos más impactantes de mi vida: el desprendimiento de un iceberg de un tamaño ENORME justo enfrente de nosotros!
Primero el extraño crack que parecía venir de ninguna parte (a causa de la acústica en tan abierto espacio) y luego el terror de ver el desprendimiento teniendo lugar tan cerca de una de las lanchas en la que viajan algunos de nuestros compañeros. La impresión es indescriptible: mientras el enorme pedazo se únde y desaparece en el mar, los restos de hielo desprendidos que caen, y al igual que el bloque, no se escuchan nada y no se ve el chapoteo. Luego, lentamente se empiezan a ver olas que viene de abajo y avanzan sobre toda la extensión del agua y de pronto el iceberg reaparece como impulsado desde el fondo y una ola grande inicia su recorrido agitando todo lo que está en la superficie del agua, es decir pequeños icebergs, pedazos de hielo y nuestras balsas neumática. Una imagen realmente impactante!
Nadando a -1°C
El día termina de una forma muy alegre y fría, cuando tomamos el famoso y muy esperado ‘polar plunge’ o la zambullida polar :) Y de esto no escribo nada, porque como dice el dicho: una imagen vale más que mil palabras.
Sacado del Diario de la Expedición. Adaptado del artículo escrito por Tom Cole.
‘Clipper Adventurer’64S 62W
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sábado, 13 de marzo de 2010
jueves, 10 de diciembre de 2009
Mi Experiencia Antártica - Parte 1
Hoy es 10 de Diciembre, y han pasado 10 días desde que el Clipper Adventurer nos trajo de vuelta a la plataforma continental de America. Estoy inmensamente agradecida con todos en el equipo de 2041: Robert, Diana, Cheyenne, Kyle, John, Jumper, Laurie, Peter... y por supuesto con mis amigos los Expedicionarios por el Tratado Antártico 2009.
Esta expedición está dedicada a mi familia, mi hermanos (que me inspiran y me motivan a dar lo mejor de mí día tras día), a mi Dream Team y a mis amigos de AIESEC.
Mensaje de los miembros de la Expedición por el Tratado Antártico de 2041 para los líderes colombianos presentes en COP-15: El Tratado Antártico debe ser visto como un modelo de acuerdo internacional de cooperación.
comunicado de prensa de publicación inmediata
Ushuaia, Argentina – 1 de Diciembre de 2009: La expedición IATE 2009, liderada por el explorador polar Robert Swan OBE, acaba de regresar de la expedición a la Península Antártica en la que se conmemoró el 50º aniversario de la firma del Tratado Antártico, el cual protege a este continente del nocivo potencial de la minería y la excavación de sus superficies para la explotación de sus recursos y que además manifiesta que el “Continente Antártico es un territorio de paz y ciencia”. Un total de 45 expedicionarios, provenientes de 16 naciones (entre ellos una colombiana como la única representante de Suramérica) se unieron a Swan en una travesía por la energía limpia enfocada en el liderazgo aplicado al tema del cambio climático y la creación de soluciones estratégicas necesarias para preservar nuestro planeta.
En el preámbulo de la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, globalmente conocida como COP-15, que se llevará a cabo desde el 7 al 18 de Diciembre de este año en Copenhague, los miembros de la expedición piden a sus respectivos líderes aprender del ejemplo que hoy es el Tratado Antártico y explorar las posibilidades de aplicar este mecanismo como un modelo del tipo de acuerdo de cooperación internacional necesario para vencer nuestra actual crisis medioambiental. “Nuestros líderes deben usar el Tratado Antártico como un ejemplo de uno de los grandes éxitos en la historia del pasado siglo: diferentes naciones trabajando unidas por el objetivo común de proteger nuestro planeta”, dice Robert Swan OBE.
El acierto del Tratado Antártico
De la Antártida a Copenhague
La colombiana Jennifer Trujillo Obando, ingeniera mecatrónica de la Universidad Autónoma de Occidente y actualmente trabajando en el área de la generación de energía a partir de basura sólida municipal, habló de la importancia de la preservación del balance en el ecosistema planetario y de la posibilidad de usar el tratado como modelo en la reunión en Copenhague: “No se trata de la belleza innegable de la Antártida, ni de su potencial para el desarrollo científico; ya en este punto, hablamos de la supervivencia de la humanidad y de lo crucial que es preservar la Antártida prístina para que siga habiendo un ecosistema que ayude a mantener el equilibrio del ciclo climático global. Si este Tratado funciona para este territorio, entonces vale la pena explorar posibilidades de aplicarlo a otros escenarios, también de conflicto, en los que el mayor reto sigue siendo la cooperación para contrarrestar los efectos del cambio climático.”
Mensaje para los jóvenes colombianos: VOTE EARTH!
TATA y AIESEC patrocinadores de la expedición
Este artículo hace un reconocimiento al Programa de Energía Renovable de AIESEC Alumni como patrocinador oficial y a TATA Consultacy Services Colombia como patrocinador local de la Expedición por el Tratado de la Antártica.
Acerca de 2041
Robert Swan fundó la compañía 2041 con la misión de inspirar y educar a jóvenes, profesores y empresarios líderes en la importancia de preservar la Antártida. Para ello, 2041 se enfoca en incrementar el nivel de conocimiento en el tema del cambio climático y exhorta a las personas a usar energía renovable y a adoptar prácticas sostenibles en el consumo de energía fósil, a fin de garantizar que la Antártida nunca sea explotada por sus recursos naturales.
Para mayor información, contacte a Jennifer Trujillo Obando jennifer.trujilloobando@gmail.com o visite http://www.2041.com/
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